jueves

Te amo, te odio, dame más...


Llueve. Y mucho. Él, yo, el cielo negro a punto de caerse y el agua mojándonos enteros. Corríamos y jugábamos a quién pisaba más charcos. Iba adelante mío, siempre agarrando mi mano; buscando llegar a no sé dónde. Gané, por supuesto (soy experta en juegos de lluvia). Y él, lejos de eso. Un techo, un escalón... y todas las ganas de refugiarse. Me sentó rápido y respiró aliviado. Lo miro con cara de pocos amigos...

- No podés ser tan aguafiestas. ¿No te encanta esto?
- ¿Vos? Uff.
- No, ¡esto! Mojarte, sentirte vivo... sin paraguas, sin filtros. El cielo, tu cara, tus manos. ¿No?
(Me mira como si estuviera loca. Intento resistirle la mirada, pero caigo nuevamente)
- No me mires así, me ponés nerviosa.
- ¿Por qué? El aire es libre.
- Pero me inhibís, tus ojos me acorralan.
- ¿Sí? les enseñé bien entonces. (Seguía, seguía)
- ¡Ya! basta, de verdad... estoy roja. (Llevándome las manos a la cara)
- Me encanta cuando te ponés roja. (Acercándose a mi cara)
(Nos miramos ¡tan lindo!, no sabría cómo explicárselos)
- Y vos me gustás de todos colores. (Oh, atrevida)
- ¿Cuándo me pongo violeta también?
(No me busques, porque me encontrás).
- ¡Sí!, más que nada cuando te ponés violeta. Es que vos sos de colores. Hasta cuando mi vida era en blanco y negro, resaltabas con tu arcoiris. Puede sonarte cursi, pero es así.
- (Se mordió el labio, puso cara de pícaro). ¡De dónde saliste, por favor!
- De la luna...
- ¿Y yo puedo ser el sol?
- Es que lo sos, ¿no te acordás? Nosotros nos encontramos en eclipse. Y sucede cada vez. Somos vos, yo y nada más. El resto puede apagarse, extinguirse, caerse, lloverse...
- ¿Amarse?
- No sé.
- Te amo.
- Yo más.

jueves

Confesiones de (Primavera)

Y llegan esos momentos en que el corazón se va para cualquier lado, late de forma irregular, y el calor... el calor sube (lo que no quiere decir que cierto frío siga quedándose para molestar un poquito-cosa que me encanta-). Me veo, me siento, me analizo, me hablo, me explico... ¿me entiendo? Y me dije:
[ Si te acordás, tenés que acordarte de todo: del beso, de lo que sentías, de todo. Pero preferís olvidarlo como si nunca hubiese pasado; y ¿sabés por qué es así? Porque tenés miedo; miedo de no estar tan segura... porque tu mundo perfecto (con príncipe azul, rosas y arcoiris) no es tan perfecto. Te conozco, Ana. Sé que algo se movió ahí adentro. Y con esto no digo que dejaste de querer; sino que aprendiste a hacerlo de otra manera. Una cosa: la próxima vez que lo veas, te va a besar. Puede que te moleste, que te incomode, que te guste. Pero que no te lo vas a olvidar es seguro. Qué hermoso es. ]

¡Me entendí!

sábado

¡Ay de vos, ay de mí!


Estoy pensando más de la mitad de mi tiempo en el amor. Te lo juro. Del amor mío y del amor en general. Las penas de amor son lo que más se parece a la muerte. El desencuentro amoroso, el abandono... son sensaciones parecidas a la muerte. Creo que si hubiera una medalla en una de cuyas caras estuviese la muerte, en la otra no estaría la vida sino el amor. El amor es lo contrario a la muerte.
Fui muy feliz y también muy desdichada. Porque ese es el precio. A placeres de juguetería corresponden dolores de juguetería; y por el contrario, cuando los dolores son de herrería, entonces los placeres también son de herrería.
Tuve grandes felicidades, pero el precio fue vivir también grandes tristezas. Lo prefiero así. La práctica indica que efectivamente las relaciones duran poco. Pero creo que hay grietas por donde se puede vencer esa fatalidad. Mi idea es que sin dudas los amores duran eso. Pero a veces no. Y lo que uno debe hacer es creer que todo amor es ese que va a durar siempre. Y es posible que exista el amor definitivo y que valga la pena buscarlo. Y hasta es posible que yo lo haya encontrado. Pero no me preguntes más.

martes

De lo que mueve al mundo


¡No! No es una historia de amor, pero tiene que ver con el amor y con el poder que tiene. El poder de curar o destruir. Trata de todos los que caen en él y el precio que pagan.
Y de los que se escapan de él; porque tienen miedo o no creen merecerlo.
Él huyó, ella se rindió. Sin vos no soy nadie... y eso me pudre.

jueves

Despilfarrando vida


Y ahora me pasa más que antes. Tengo la impresión de que mi vida fue una seguidilla de pequeños fracasos (pero fracasos en fin). La gente que no supe amar, las oportunidades que no supe atrapar, los momentos de felicidad que dejé pasar... así nomás, despilfarrando vida. Muchas veces, aún sabiendo el resultado de la carrera, no fui capaz de apostar por el ganador. Creo que era necesaria la desgracia para descubrir mi verdadera naturaleza. Hoy veo las cosas de manera diferente. Quiero que sepas que si tuviera la oportunidad de tenerte, sólo volviéndome ciega, sorda o idiota te dejaría...

¡Manos a la obra!


¿Te confieso algo? Nunca me sentí así. Y creo que todo tiene una razón. Hasta los sentimientos la tienen, por más paradójico que suene. A veces aparecemos en la vida de alguien justo cuando ese alguien necesita que lo mimen y lo tranquilicen... y para mí, esa es nuestra misión en la Tierra. No sé bien por qué, pero vos sos mi misión ahora. Y para serte sincera, el hecho de que seas (además) tan genial me facilita el "trabajo".
¡Miranos! Esto traspasa cualquier barrera. Porque como me decís a veces: "la vida es esto". Y te aseguro que esto me encanta. Creo que es la primera vez en mi vida que estoy segura de algo. No quiero que lo tomes como una cursilería de esas que están de moda. Lo mío es de verdad. Te quiero de verdad. Te quiero cuando tenés frío haciendo 25 grados, te quiero cuando sos vueltero y tardás una hora para pedir o decir algo; me fascina la arruguita que se te hace acá cuando me mirás como si estuviera loca. Te quiero cuando, después de pasar todo el día con vos, mi ropa tiene tu perfume... y quiero que seas vos la última persona con la que hable antes de irme a dormir. Y si te preguntás por qué te digo todo esto ahora, te contesto: me di cuenta de que quiero pasar el resto de mi vida con vos... ¡y quiero que el resto de mi vida empiece ya!

lunes

Una entre tantas..


¿Les cuento algo? Cuando era chiquita, me costaba mucho dormir porque pensaba que había un monstruo en el placard. Pero mi hermano (que es más grande) me dijo que en el placard no había nada, sólo miedo.. y que ese miedo no era de verdad. Decía que no estaba hecho de nada; sólo de aire, bah ni siquiera aire. Y siempre me decía: "Para terminar con él, abrís la puerta del placard y el monstruo desaparece". Me sirvió mucho todo eso. Pasa que ya no soy la de antes, crecí.. y ahora tengo que enfrentar mis miedos. Abro la puerta, y detrás hay mil puertas más. Y los monstruos que hay en estos placares son de verdad. Y muy feos.


De vez en cuando..


(...) la vida exige un cambio. Una transición. Como las estaciones. Nuestra primavera fue hermosa, pero el verano se terminó.. y nos perdimos el otoño. Y ahora, así de la nada, hace frío. Tanto frío que todo se está congelando. Nuestro amor se durmió y el hielo lo tomó por sorpresa. Y si te dormís en la nieve no sentís cuando viene la muerte..

jueves

Palabras más, palabras menos..


Llevo mucho tiempo queriendo escribir esta carta; la carta que nadie te mandó nunca. La carta que intenté escribir toda mi vida. Me acuerdo que cuando era más chica me sentaba en mi cuarto toda la noche, escuchando la misma canción una y otra vez. Creía que si lograba escribir algo hermoso, (algo sincero) tal vez iba a conseguir que alguien me amara.

Di por sentado muchas cosas. Nunca me esforcé, siempre evité las responsabilidades. Llegué hasta acá porque me estaba escapando. Quería estar sola. Y en lugar de eso te conocí.. te conocí y vos no tenías idea de nada.
Perdoná si te compliqué la vida. Lamento muchísimas cosas, pero sobre todo lamento no haber podido tener la oportunidad de decirte que pase lo que pase en el futuro, te voy a estar eternamente agradecida por todos los momentos que pasé con vos. ¡Todavía sigo intentando encontrar las palabras correctas! Lo que en realidad quería decirte era: "gracias".

miércoles

Vos movés..

Siempre pasa lo mismo. Si te pregunto algo sobre arte, me vas a responder con datos sobre todos los libros que se escribieron. De Miguel Ángel sabés todo: vida y obra, ideologías políticas, su orientación sexual, lo que sea. Pero no podés decirme a qué huele la Capilla Sixtina.. nunca estuviste ahí ni contemplaste ese hermoso techo. ¡No lo viste!
Si te pregunto por las mujeres, supongo que me vas a dar una lista de tus favoritas, puede que hayas tenido sexo varias veces.. pero no podés decirme qué se siente cuando te despertás junto a una mujer y te invade la felicidad. ¡Sos terco, muy terco!
Si te pregunto por la guerra, probablemente vas a citarme algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no estuviste en ninguna; nunca sostuviste a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda, mientras exhala su último suspiro.



Si te pregunto por el amor, me vas a nombrar un soneto seguramente.. pero nunca miraste a una mujer y te sentiste vulnerable, ni te viste reflejado en sus ojos. No pensaste que Dios puso un ángel en la tierra para vos, para que te rescate del infierno, ni qué se siente al ser su ángel y darle tu amor.. darlo para siempre y pasar por todo. No sabés lo que se significa perder a alguien, porque sólo vas a saberlo cuando ames a alguien más que a vos mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo..
Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un pibe creído y lleno de miedo. Sos un genio, eso no lo pongo en duda. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio presumís y creés saberlo todo de mí porque viste una foto (y enseguida juzgaste mi vida de arriba a abajo).
No puedo aprender nada de vos ni leer nada sobre vos en un maldito libro. Pero si querés hablar de vos, de quién sos.. voy a estar fascinada (pero no querés hacerlo, tenés miedo.. miedo de decir lo que sentís). Vos movés, hombre.

martes

Veo, veo..

Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.



-¿Por qué habría de asustar un sombrero? - me respondieron.

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender. Siempre necesitan explicaciones.

Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

(...) cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco lúcido, lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número 1 que he conservado siempre. Quería saber si verdaderamente era un ser comprensivo. Pero siempre me respondían: "es un sombrero". Entonces no les hablaba ni de la serpiente boa, ni de la selva vírgen, ni de las estrellas. Poniéndome a su altura, les hablaba del bridge, del golf, de política y de corbatas. Y la persona grande se quedaba muy contenta de conocer a un hombre tan razonable.

lunes

Así es el amor..


Se te acelera el corazón, el mundo se pone al revés.. pero si no tenés cuidado, si no mantenés tus ojos fijos en algo inmóvil, podés perder el equilibrio y dejar de ver lo que le pasa a la gente a tu alrededor. ¿No te das cuenta de que estás a punto de caer?

sábado

La vida era eso..


(...) y la muerte ponía todo en su lugar. Limpiaba la casa y cerraba la puerta para decir: "esto fuiste". Y ante el miedo representamos un papel a veces sin querer hacerlo; otras, con la esperanza de recuperar algo que no sabíamos ni qué olor tenía. Cómo era cuando empezamos? Qué nos impulsaba a seguir adelante? Por qué? Dónde está lo que nos sujeta a ser felices? Qué pequeña alegría viene a llenar los minutos de hoy? Y así sucede.. nos quedamos esperando a la vida, como si la vida fuera otra cosa; sin saber que ese tiempo del futuro no es más que éste. Que este tiempo es lo único que tenemos, rebelde a los límites y las barreras. Que somos nuestro rostro y nuestra piel con las huellas de los años repetidos.. sin miedo a estrellarse, al error, siempre con subidas y bajadas, con buenos y dulces momentos, llenos de oportunidades, de esperanza. Descubriendo quién es cada uno en cada paso, dejándose sorprender por lo inesperado, sin dejarse asustar por el cambio.. por la vida imprevisible que abre las ventanas como el viento y lo cambia todo. Agarrados a lo único que tenemos: los minutos, las horas, los días, el proyecto de vivir! La posibilidad de cambiar y seguir caminando, aferrados a la vida con ganas de más, siempre. Y la muerte.. la muerte es lo de menos.